El pasado sábado 16 de enero, en los locales parroquiales de La Paz, y dentro de las charlas formativas que bajo el lema "Compromiso cristiano" se vienen organizando en la "Escuela de catequesis para adultos" desde el área de catequesis de nuestro Arciprestazgo, ha tenido lugar la ponencia titulada “El primero y principal compromiso: el amor” a cargo de D. Pedro Gómez Serrano.
A lo largo de su charla, el ponente destacó que la auténtica señal de identidad, el gen o código de barras de un cristiano, debe ser el amor, el cual nos debe conducir inexorablemente al compromiso. Sin embargo, hay muchas formas y maneras distintas de comprometerse, aunque todas ellas implican esfuerzo. Este amor se traduce en dos palabras clave: compasión, es decir, la capacidad de padecer con el otro; y la misericordia, nuestro corazón cristiano tiene que rebelarse ante las injusticias y miserias, las cuales tocan el corazón de Dios.
En Jesús, los cristianos encontramos el mejor ejemplo de amor extremo, siendo capaz de querer y perdonar (70 veces 7) incluso a sus enemigos. Pero el amor es como el agua, si se queda estancada se pudre. De este modo, nuestra forma de amar debe ser dinámica, en proceso de renovación constante. Nuestro corazón debe ser el motor del compromiso, de ahí que el compromiso cristiano no puede partir exclusivamente de dar culto a la ética (esto es, es lícito hacer las cosas por el otro) sino de la auténtica experiencia que emana de Dios. Nuestro amor cristiano brota de forma natural, no es fruto del esfuerzo, es gracias a Dios. Lo que pasa ineludiblemente por el amor propio, el amor interpersonal y la caridad política (no sólo hay que quedarse en amar a las personas cercanas, sino que hay que promover políticas de cambio).
Magnífica ponencia de D. Pedro Gómez y enhorabuena a todos los organizadores y participantes.
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