La segunda jornada de la VII Semana Social ha tenido como ponente a D. José Luis Lastra, delegado episcopal de formación sociopolítica de la Diócesis de Burgos, el cual nos ha presentado la ponencia "Inmigrantes, Rompiendo fronteras, Construir humanidad". En ella se destacó, en primer lugar, el fenómeno de la inmigración como hecho histórico recurrente, pero con la particularidad de que es ahora el viejo continente el que debe afrontar la llegada de los refugiados (más de 600.000 refugiados están llegando actualmente a Europa, siendo la punta de lanza de millones que están a la espera de iniciar su desplazamiento) La realidad es que en España cada vez hay más pluralidad, la sociedad es más intercultural y la Iglesia se sitúa en un contexto plurirreligioso, en donde el 10 % de la población española está formada por extranjeros (mayoritariamente de los países de Rumanía y Marruecos) Todos los cuales vienen por el simple y triste hecho de no haber podido vivir dignamente en la tierra que les vio nacer, por lo que han tenido que ejercer su derecho a emigrar (de ahí que no se deba hablar de refugiados sino de migrantes con derechos). Ante esta realidad, parece que la Unión Europea sólo levanta murallas visibles de concertinas y otras no tan visibles pero aún más peligrosas. No hemos aprendido ni a evitar las causas ni a paliar las consecuencias.
Teniendo presente esta situación, lo que debemos hacer es romper estas barreras físicas, porque hacen daño y están matando a seres humanos. Pero hay otras fronteras interiores que también se deben superar si queremos luchar por la inclusión; nos estamos refiriendo a hechos como el idioma, la legislación actual, los prejuicios, la indiferencia, la soledad, la falta de trabajo, las costumbres e incluso algunas prácticas religiosas. El ponente resaltó que hasta que no seamos capaces de acabar con la indiferencia y los estereotipos no podremos estar en buena disposición para abordar el hecho migratorio, lo que pasa ineludiblemente por acostumbrarse a hablar bien de la inmigración.
Pero construir esta humanidad implica trabajar codo con codo por humanizar nuestra cultura, que nos duela el dolor del otro, ya que de ésta salimos todos o no salimos. Y pasa por acciones como repartir el trabajo, despertar la conciencia social, humanizar el trabajo o poner como objetivo prioritario de la Iglesia la humanidad y la fraternidad, entre otras.
La sesión finalizó, tras el turno de preguntas, con los agradecimientos de Fefi Valerón, representante de la HOAC y Ramón Pacheco (Doctrina Social de la Iglesia) a los asistentes, y con el emplazamiento a la última jornada que tendrá lugar el jueves 5 de noviembre, en donde se ha programado un acto lleno de sorpresas que contará con música, baile y testimonios. ¡Os esperamos!
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