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viernes, 13 de marzo de 2015

DOMINGO 4º DE CUARESMA (15 de Marzo)

http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2015-03-15 

 Comentario al texto
Estas palabras de Jesús corresponden al diálogo mantenido con Nicodemo, que se acerca a Jesús durante la noche. El diálogo se realiza en torno a tres preguntas; el evangelio de este domingo aborda la tercera. En el versículo 12 el texto de Juan dice: ¿Cómo vais a creerme si os hablo de las cosas del cielo? Es la pregunta sobre la fe. Las palabras, que nos abren el camino de la fe son estas: Dios envió a su Hijo… para que el mundo se salve por él. La fe en Juan consiste en reconocer a Jesús como enviado del Padre y como Hijo. Esa misma fe es la que acerca al hombre a la luz. Jesús además propone a Nicodemo un signo que se convertirá en esencial para todo cristiano, el signo de la cruz, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre. Y el que crea en él, aquel que sea capaz de dirigir su mirada hacia él, aquel que le contemple y le reconozca, como hizo el centurión que proclamó, mirando al crucificado: en verdad, éste era Hijo de Dios; sólo aquel recibirá la luz, recibirá la salvación, recibirá la vida eterna. Como el mismo evangelista dice en el prólogo: a quienes le reconocieron les dio el ser de hijos de Dios. La contemplación de Cristo, el seguimiento de Cristo, la aceptación de la muerte de Cristo nos abre el camino de salvación.

♦ Momento de oración
-Durante esta semana puedo buscar, cada día, un espacio de oración, aunque sea breve, situándome ante el Cristo crucificado.
-Contempla el crucifijo y pide ser regalado con el don de la fe.

* Mirarán al que traspasaron.
- La cruz nos revela la plenitud del amor de Dios: así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. 
- No hay mayor amor que el que da la vida por los amigos, dice Jesús. Contemplando al crucificado, siento, como dichas para mí, sus palabras: tú eres mi amigo.
- En la cruz se nos revela el misterio de la misericordia de Dios. Acércate con confianza a ese corazón traspasado y siéntete perdonado por el amor. Abre, también, tu corazón a los que están necesitados de amor y misericordia, los que necesitan ser aliviados en su soledad, en su sufrimiento, en su dolor.

En oración con Santa Teresa

Con tan buen amigo presente, con tan buen capitán que se puso en lo primero en el padecer, todo se puede sufrir; es ayuda y da esfuerzo; nunca falta, es amigo verdadero. Muy, muy muchas veces lo he visto por experiencia; hámelo dicho el Señor; he visto claro que por esta puerta hemos de entrar si queremos nos muestre la soberana Majestad grandes secretos.
(Vida 22, 6) 




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