El proyecto intercultural Lacampa de Cáritas Diocesana de Santander y la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Torrelavega ha organizado un nuevo Círculo de Silencio, los cuales son acciones comunitarias de solidaridad con las personas migrantes y de denuncia de las situaciones injustas que sufren. Los Círculos utilizan el silencio como medio para apelar a las conciencias de los conciudadanos, especialmente de las autoridades. Son accesibles para todas las personas y a ellos acuden individuos sin distinción de creencias. Comenzaron en una comunidad franciscana de Toulouse (Francia) en 2007 y desde allí se han extendido por Europa. En España comenzaron de mano de la plataforma A Desalambrar en 2012.
Tras los cinco minutos de silencio, se escuchó el siguiente comunicado:
“Ante la celebración del Día Internacional del Migrante, las organizaciones que integran en España la red Migrantes con Derechos –Cáritas, Confer, Justicia y Paz, y la Comisión Episcopal de Migraciones— reivindicamos la trayectoria de nuestro país como tierra de acogida y su capacidad de respuesta solidaria a las necesidades humanitarias de las personas migrantes. En esta jornada queremos poner el foco informativo en dos graves situaciones de vulneración de derechos que nos afectan a todos, como sociedad de acogida y como comunidad cristiana. Uno de ellos se refiere a la situación de colapso que registran los dispositivos de acogida humanitaria para migrantes y solicitantes de asilo y refugio, que está dejando literalmente en la calle y en una situación de grave precariedad a familias enteras incapaces de ser alojados en los recursos existentes. El otro problema que señalamos está en la situación de desprotección que afecta a los niños, niñas y menores extranjeros, tanto durante su minoría de edad como al alcanzar los 18 años. Es algo que contrasta con el trabajo que nuestro país viene haciendo en las últimas décadas por defender los derechos de la infancia y de la juventud, que son parte esencial de nuestros principios constitucionales. Al mismo tiempo, la generosidad con la que tanto asociaciones, movimientos y comunidades como muchos ciudadanos están acogiendo a los migrantes en los territorios de frontera, y la valentía con la que abren sus brazos para salvar de una muerte segura a las personas que llegan a nuestra costas no se ve correspondida por parte de la Administración a la hora de arbitrar recursos suficientes para garantizar una acogida digna a quienes llegan en condiciones de extrema vulnerabilidad. Creemos que el establecimiento de vías legales y seguras debe ser una de las respuestas prioritarias de la agenda política actual, tanto en el ámbito europea como español. Seguir basando las respuestas a los retos de la inmigración en las cuestiones de seguridad, mientras se dejan en segundo plano los aspectos humanitarios, sólo arrojan resultados de dolor y muerte. Olvidar que somos una sociedad de acogida y solidaria, unido a la falta de determinación política para articular otras opciones posibles es el combustible con el que se alimentan corrientes de rechazo social y de discursos xenófobos que ponen en riesgo nuestra convivencia y nuestros consensos esenciales. Por eso, en la medida en que el Estado apueste por los valores democráticos que están en juego y asuma sus responsabilidades para garantizar que la integración de las personas migrantes en la sociedad de acogida se produzca de forma armónica y en plenitud de derechos, se podrán ir desactivando por la vía de los hechos esas situaciones de rechazo o de alarma social del que no pocos intentan sacar provecho. Urge responder a la emergencia humanitaria liberando los recursos económicos necesarios que permitan proporcionar, en tiempo y forma, una acogida digna a los migrantes y refugiados conforme a los estándares humanitarios y democráticos para consolidar el tipo de sociedad que queremos. Asimismo, un marco de convivencia que apueste por la protección de los niños y niñas migrantes que llegan solos y por acompañarlos en su tránsito a la vida adulta es abonar el futuro. El Día Internacional del Migrante, que se celebra este año bajo los ecos de la Cumbre del Clima celebrada en Madrid, debe ser también una ocasión para destacar la relación cada vez más íntima que existe entre una adecuada política de desarrollo y de protección medioambiental con los procesos de movilidad humana. Como subrayaba el papa Francisco en su mensaje del pasado 29 de septiembre para la Jornada Mundial de Emigrante y el Refugiado, “la respuesta al desafío planteado por las migraciones contemporáneas se puede
resumir en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar. Pero estos verbos no se aplican sólo a los migrantes y a los refugiados. Expresan la misión de la Iglesia en relación a todos los habitantes de las periferias existenciales, que deben ser acogidos, protegidos, promovidos e integrados (…) No solamente está en juego la causa de los migrantes, no se trata sólo de ellos, sino de todos nosotros, del presente y del futuro de la familia humana. Los migrantes, y especialmente aquellos más vulnerables, nos ayudan a leer los ´signos de los tiempos´. A través de ellos, el Señor nos llama a una conversión, a liberarnos de los exclusivismos, de la indiferencia y de la cultura del descarte”.
Lacampa es un proyecto social intercultural de Cáritas, nuestro objetivo es generar un espacio de acogida, de encuentro y de conocimiento mutuo entre inmigrantes y autóctonos de tal manera que podamos construir una comunidad más justa, más humana, aportando lo mejor que tenemos cada uno, para sembrar las bases de una sociedad verdaderamente cohesionada, fundamentada en la igualdad, en la defensa de los derechos humanos y en la diversidad como riqueza. Si quieres seguir en contacto con nosotros, te invitamos a que entres en nuestra página en
Facebook (Facebook.com/proyectolacampa) donde encontrarás más información sobre nuestro proyecto. Te animamos a despedir con nosotros el año en nuestro cotillón intercultural que tendrá lugar el domingo 29 a partir de las 18h. y al que estás invitado, ¡acercarte a lo distinto despierta el corazón!
Tras los cinco minutos del silencio, tuvo lugar una Eucaristía muy especial en donde se recordó a todos los migrantes que han perdido la vida en su intento de lograr una vida más digna. Para ello, colocamos unas flores en un cuenco de agua. Además, cumpliéndose ya los dos años de su fallecimiento, se recordó la figura de nuestra querida Melly, en la celebración eucarística, con sus amigos del movimiento de "Fe y Vida" poniendo la música al emotivo acto.
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