El viernes 6 de mayo se celebró en la Catedral de Santander la oración de los jóvenes con el Obispo. En esta ocasión, la organización corría a cargo de los chicos y chicas del Arciprestazgo de la Virgen Grande de Torrelavega, principalmente de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción. El tema escogido para esta tarde ha sido la última de las Bienaventuranzas que nos dejó Jesús. “Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos”. A nosotros nos parece casi imposible no tener libertad para manifestar nuestros deseos, pero tanto los primeros cristianos que seguían a Cristo al comienzo como actualmente en muchos países, donde millones de personas tratan de refugiarse en otros lugares del planeta, tienen dificultad, sufren y son perseguidos pro manifestar su Fe. Un precioso baile, un emotivo video y las palabras del sacerdote acercaron a los jóvenes a esta realidad. Por otra parte, en nuestros días hay maneras de sufrir otro tipo de persecuciones, por ejemplo cuando seguimos los dictados del más fuerte, de la moda, del querer tener más y más…
Los cristianos debemos ser acogedores y misericordiosos con los hermanos, porque Dios es acogedor y misericordioso con nosotros mismos, porque nos ha creado a imagen y semejanza suya, y este es el origen de nuestra dignidad que no se basa en lo que tenemos o hacemos, sino en lo que somos. Por ello, debemos estar especialmente cerca de aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, cualquiera que sea la causa que lo origine. Para representar este gesto, todos los convocados en la oración se dieron un gran abrazo de fraternidad con los compañeros que tenían cerca.
La celebración contó también con la exposición del Santísimo y el canto del “Ave María” interpretado por Puerto Palomera que, junto con el resto del coro, colaboraron en esta jornada tan entrañable para todos los jóvenes que allí se congregaron.
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