¡NO TE AVERGUENCES DE LA CARNE DE
CRISTO!
POR UNA POLÍTICA MIGRATORIA JUSTA Y
HUMANA
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CONCENTRACIÓN CONTRA EL RACISMO LEGALIZADO
21 DE MARZO, Plaza del ayuntamiento
de Torrelavega, 19h.
La ONU a través de este día quiere recordarnos su propósito de combatir
y erradicar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, y todas las
formas relacionadas con la intolerancia que se llevan a cabo en diferentes
partes del mundo. Un 21 de marzo de 1.960 la policía mató a 69 personas en una
manifestación pacífica contra las leyes del apartheid en Sudáfrica.
Todo lo que está pasando en Ceuta no puede dejarnos indiferentes. No se
puede demonizar un fenómeno tan humano como es huir de la pobreza para buscar
sobrevivir.
La realidad
migratoria no se puede abordar exclusivamente desde medidas de seguridad y
control fronterizo. España y la Unión Europea deben considerar otras políticas
y apoyarlas con financiación suficiente.
La terrible
tragedia del Tarajal en Ceuta, en la que 15 personas perdieron la vida, ha
provocado tal impacto en la opinión pública, tanto por la crudeza de lo
sucedido como por las formas en la que se ha explicado, que ha traspasado
nuestras fronteras.
Pese a ello,
las quince vidas perdidas son apenas el grito audible del drama humano al que se enfrentan miles de personas en su
tránsito hacia la frontera y en las devoluciones forzadas. Este sufrimiento, en
contra de lo que se nos dice, no va a cesar por poner vallas más altas o
aplicar procesos de devolución sin garantías. Son personas que buscan mejorar
su vida, huyendo en muchos casos de la miseria,
de la injusticia y de las violaciones de los Derechos Humanos.
Quienes se
juegan la vida intentando llegar a Europa son víctimas, no culpables. Víctimas de un sistema injusto internacional
que genera desigualdades porque el dinero
importa más que las personas.
Migrar es un
derecho de toda persona y no debería suponer un acto de valentía en el que te
juegas la vida, literalmente, tal y como está pasando en estos días a las
puertas de Europa, o como pasa habitualmente en la isla italiana de Lampedusa,
o como ocurre cada día en los desiertos de África…
Migrar es cosa
de fuertes, pero pone en situación de vulnerabilidad. En la migración se
manifiestan injusticias: fronteras que excluyen, desigualdades jurídicas,
explotación laboral y económica…pero a la vez, las migraciones permiten
vislumbrar una nueva sociedad: en la que
se superan las fronteras, se reconocen y reconcilian las diferencias y
toma forma una ciudadanía universal.
Pedimos una
política migratoria justa y humana y queremos promover una convivencia que
construya una sociedad más justa, libre de prejuicios y estereotipos, una
vecindad cohesionada, una ciudadanía plural y comprometida, que configura
barrios y ciudades cohesionados.
Recordamos que
la condición de irregularidad administrativa no puede ser excusa para
menoscabar la dignidad del migrante, ni vulnerar sus Derechos Humanos.
¡NO TE QUEDES DE BRAZOS CRUZADOS, TU
PRESENCIA ES IMPORTANTE, ACUDE!
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