En la Eucaristía dominical celebrada en la Parroquia de “Ntra Sra. de la Asunción” de Torrelavega, se ha recordado el tema elegido por el Santo Padre para la 106ª "Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado", que ha llevado el título “Como Jesucristo, obligados a huir”. En esta ocasión, se pone el énfasis en el cuidado pastoral de los desplazados internos. Como Jesucristo, nos hemos visto en numerosas ocasiones obligados a huir. Este lema de la Jornada Mundial, nos recuerda que miles de refugiados huyen cada día en busca de una vida más digna. Sin embargo, ante esta noticia que no es nueva, parece que no hay reacción, que las cosas no mejoran. Por ello, el Papa Francisco nos dice que en cada migrante estamos obligados a reconocer el rostro de Cristo, es una oportunidad de encuentro con el Señor. Pero es necesario conocer para comprender; a veces se habla de refugiados y migrantes como números, pero son personas. Si nos conocemos mejor, seremos capaces de comprender mejor su situación, porque ¿quién no reaccionaría por ayudar a un amigo/a?. Jesús es el primero que ha compartido su vida con los demás, y es el primero que ha estado atento a las necesidades de los demás. Como Él, nosotros debemos continuar en la actualidad con su ejemplo. Hay que acercarse al prójimo, lo que puede implicar correr riesgos, crear espacios en donde todos sean acogidos y darles el protagonismo que merecen. Debemos tomar nota de nuestros errores, aprender de ellos, para establecer nuevas lineas de actuación con los migrantes y refugiados, que se ven obligados a dejar sus casas, su patria y a sus seres queridos. desde una mirada cristiana. El migrante y el refugiado no debe ser simplemente la misión de la Iglesia, sino que son, ante todo, sujetos de la revelación de Dios. La misión de la Iglesia nos obliga a estar presente en todo el mundo, allá donde se nos necesite, y a anunciar la buena nueva. Hoy puede ser un gran día para comenzar esta misión.
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