Perdonar y pedir perdón, perdonarse a uno mismo, dar las gracias, decir te quiero, despedirse...estas son algunas de las tareas que tendríamos que dejar echas antes de llegar a nuestro final. Un acontecimiento que queramos o no, más tarde o más temprano, nos llegará a todos y a cada uno. Estas y otras muchas cosas se dijeron ayer durante una hora, en la Iglesia de la Asunción, ante cerca de 400 personas que se dieron cita para escuchar a la Dra. Rosa Díez Cagigal, médico de la Unidad de cuidados paliativos del Hospital de Laredo. Prepararnos para la muerte hará que podamos vivir con más serenidad este trance nuestro y de los nuestros. El objetivo es morir sanos, sin asuntos pendientes y aprovechando la vida en lo realmente valioso.
Agradecemos esta iniciativa del grupo de Pastoral de la Salud de esta parroquia, que a parte de visitar a las personas que están en situación de enfermedad, se han propuesto para este curso, por medio de distintas actividades, concienciarnos de la importancia de trabajar por una salud integral de toda la persona, y de todas las personas, llegando esto a formar parte de nuestra responsabilidad como cristianos.
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