Con motivo de la celebración el próximo día 18 de diciembre, del Día Internacional del Migrante, y sólo unos días después de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, se ha desarrollado una Eucaristía el 14 de diciembre organizada por Cáritas, que como brazo social de la Iglesia, llama la atención a toda la ciudadanía y las comunidades cristianas sobre la realidad diversa y enriquecedora, pero también sufriente, de las personas que hoy se ven forzadas a migrar. Desde Cáritas se recuerda que para que ese aliento de esperanza se concrete es necesario un esfuerzo colectivo para asumir de forma compartida y equilibrada la responsabilidad en la protección y acogida de quienes huyen de sus hogares. Como señala el Papa Francisco "no se pueden reducir las migraciones a su dimensión política y normativa, a las implicaciones económicas y a la mera presencia de culturas diferentes en el mismo territorio. Estos aspectos son complementarios a la defensa y a la promoción de la persona humana, a la cultura del encuentro entre pueblos y de la unidad, donde el Evangelio de la misericordia inspira y anima itinerarios que renuevan y transforman a toda la humanidad".
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