El pasado Domingo, 1 de Mayo, se celebró en toda la Iglesia Española, la Pascua del enfermo bajo el lema: “María, icono de la confianza y el acompañamiento”.
Ese día, en nuestra parroquia de La Asunción (decorada con flores blancas y azules en honor a la Virgen de Lourdes, patrona de los enfermos), un grupo de 27 personas, recibieron el sacramento de la Unción de Enfermos en compañía de toda la comunidad, familiares y amigos. Nuestro párroco, Juan Carlos, volvió a insistir en que la Unción se debe recibir cuando la persona es consciente de ello, ya que es un sacramento de VIVOS, que otorga la gracia de Dios a quien lo recibe, su fuerza y su alivio para sobrellevar la enfermedad, es un regalo que nos hace, por lo tanto, no esperemos a que el enfermo haya fallecido y no pueda disfrutar de ello.
Se vivieron momentos muy especiales para todos, pero sobre todo para nuestras personas mayores y enfermas. Ellos fueron los protagonistas ese día y algunos pudieron participar en algún momento de la liturgia como en las ofrendas o el paso del cestillo. El momento de la Unción fue muy emotivo, ya que algunos habían hecho un verdadero esfuerzo porque querían estar ese día. Después de recibir el sacramento, cada uno de ellos fue obsequiado con una pequeña cruz como recuerdo y fueron los niños de la comunidad los encargados de entregárselo con un cariñoso beso. Una niña pudo hacerlo con su abuela y otra con su bisabuela. Acabamos la celebración, con la oración oficial de la Campaña del Enfermo de este año, que luego pudimos repartir en tarjetas a los asistentes. Después, en el salón parroquial, todos disfrutamos de unos pinchos y refrescos.
Desde el grupo de Pastoral de la Salud, os queremos agradecer a todos vuestra asistencia y apoyo ese día, ya que conseguimos todos juntos que nuestros enfermos se sintieran arropados. Y sobre todo, gracias a los niños porque con su presencia y participación, creo que logramos desmitificar este importante SACRAMENTO DE VIDA.
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