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martes, 2 de junio de 2015

MIGRACIONES: DE LA ACOGIDA A LA INTEGRACIÓN - SEMANA DE LA CARIDAD

Dentro de los actos organizados con motivo de la Semana de la Caridad “Corpus Christi 2015” por Cáritas Diocesana de Santander, ha tenido lugar la conferencia titulada “Migraciones: de la acogida a la integración” a cargo de D. José Luis Pinilla, Director del Secretariado de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española. 

En esta charla, el erudito expuso el cambio que se ha producido dentro de la propia Iglesia, que ha pasado de tener como objetivo prioritario, en lo que a migración se refiere, la acogida - ya que  hace aproximadamente quince años la marea de inmigrantes así lo demandaba, - a la integración, que inexorablemente nos va a conducir a la interculturalidad o lo que en términos eclesiásticos denominaríamos comunión. Esta nueva tarea no debe confundirse con “asimilación” (el extranjero acepta y asume nuestra cultura), sino que se trata de recibir con los brazos abiertos a mi hermano o hermana, con todo lo que ello conlleva y valorando la diversidad,  -como no puede ser de otra forma para un auténtico cristiano - El camino es la acogida “porque fui un extranjero y me acogisteis” (Mt. 25, 35) Desde una actitud de verdadera caridad, la diversidad ya no es una amenaza, sino una riqueza en sí misma.  Lo cual valida aún más a las personas que hacen todo lo posible día a día por la integración, puesto que su labor desinteresada (véase Cáritas) se identifica plenamente con Jesús y su mensaje, recordándonos que el inmigrante es la víctima y no el causante de la crisis.

Pero para llegar a este convencimiento, hay que caer en la cuenta de dos aspectos tan evidentes como que nosotros fuimos también inmigrantes en algún momento de nuestra historia y que nos hemos enriquecido de la llegada de otras culturas (árabe, rumana…) En la medida en que valoremos este enriquecimiento, lograremos la comunión que se nos propone. La diversidad en sí misma no es ni una bendición ni una maldición. Es sencillamente una realidad, algo de lo que se puede dejar constancia (Amin Maalouf, premio Príncipe de Asturias de las letras 2010) Esto supone asumir nuestro papel para conseguirla: la integración viene por ti y por mí; como dice el Papa Francisco: "lo importante es iniciar los procesos más que poseer espacios”. Lo que nos conduce nuevamente a apoyarnos en valores éticos y no economicistas (Doctrina Social de la Iglesia) El Estado tiene derecho a regular los flujos migratorios, pero no a costa de la violación de los derechos humanos, de la degradación de la dignidad de las personas inmigrantes o atentando contra su integridad física, psíquica o moral. Por lo tanto, en palabras del actual Papa, la pregunta clave para hablar de acogida sería ¿dónde está tu hermano esclavo, el que estás matando todos los días…? (Cardenal Bergoglio, actual Papa Francisco “contra la trata y la esclavitud”) que sea el distinto el que reconduce nuestras vidas y nos marca el camino de nuestros actos. Esto exige no descuidar  asuntos tan básicos como por ejemplo la integración en educación, la formación de los hijos e hijas de inmigrantes, el conocimiento de las culturas de origen, el fomento de asociaciones de familias inmigrantes, la importancia de la labor prolongada de la educación cívica, entre otros.

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