Parroquia de San José
Obrero (Virgen Grande)
TEMA: LA FE DE LOS GRANDES CREYENTES
Introducción: 1. El 11 de octubre del
año pasado, el Papa convocó un año de la fe a empezar precisamente
el pasado día 11 de octubre, en el 50 aniversario de la apertura del
Concilio Vaticano II.
Le movió a ello el hecho
de que en varios sectores de la sociedad existe una profunda crisis de fe,
que afecta a muchas personas y la necesidad de redescubrir el camino de
la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo
renovado del encuentro con Cristo
La fe de hoy se
caracteriza por ser una fe puesta en peligro: no solamente ha empezado a
ser considerada como problemática en sectores cada vez más amplios, sino
que en muchos ambientes ha dejado de interesar y se es perfectamente
indiferente a ella. Se ha ido extendiendo una cultura de la ausencia de Dios,
que sitúa a los creyentes en estado de verdadera intemperie cultural.
El mismo Benedicto XVI
se ha referido a esta crisis de Dios y de la fe al interior de la iglesia al
denunciar la anemia de la fe de los creyentes, como el aspecto más grave de
la crisis religiosa de Europa.
La falta de irradiación
de la fe que muestran las comunidades cristianas, su incapacidad para comunicar
y trasmitir la fe a las generaciones jóvenes, y la tibieza de la vida cristiana
de tantas comunidades y de quienes las presidimos, hace temer que algunos o
muchos padecemos en mayor o menor grado la crisis. Por eso es muy importante
preguntarnos sobre nuestra verdadera situación en relación con la fe.
2. Como un pequeño granito
de arena, aparte de otras actividades, nos podría ayudar en las meditaciones de
los primeros viernes de este curso profundizar en la fe de algunos de
los grandes creyentes del N.T.
La familia de los
creyentes en Dios tiene una larga tradición. Antes que nosotros, mucho antes, hombres
y mujeres pusieron toda su confianza en el Señor Dios. Creyeron en Dios por
encima de toda otra seguridad. Dios fue su única seguridad.
Pero a esta seguridad,
algunos no llegaron de manera fácil. Tuvieron que pasar un largo proceso, en la
escuela animada por el mismo Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios
Esta es la originalidad
de la fe de los personajes del N.T. que fueron aprendiendo a decir Sí a Dios de
manera progresiva y bajo la mirada y la palabra del mismo Jesús. Su fe sólida como la de
los montes y las rocas. Si queremos hoy creer, tenemos mucho que aprender y
mucho que mirar hacia atrás.
El próximo primer
viernes, 7 de diciembre, a las 6, 30 de la tarde, en la Cripta de la Parroquia, meditaremos la fe de dos mujeres: La pecadora del
capítulo 7, 36-50 del Evangelio de San Lucas nos muestra el respeto y el
amor de Jesús hacia las mujeres a quienes orgullosamente desprecia la
sociedad y María la hermana de Marta,
que nos recuerda la necesidad de una atenta escucha de Aquel que es el Señor,
en el Cap. 10, 38-42 del mismo evangelio.
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